JOSEP MARIA FONALLERAS
Tabaco y adulterio
Allí se va a encontrar con personajes de su calaña con los que mantendrá, al principio, conversaciones sin ningún interés, sobre la propia ley, sobre lo oprimidos que están los fumadores, sobre el resfriado que van a pillar. Poco a poco, después de tres o cuatro excursiones fuera de la nave, los astronautas fumadores cogerán confianza e incluso puede que acaben por intercambiarse los números de móvil. Él le dirá a ella: "No fumar en un estanco es como ir a la panadería y no darse el placer de comerse un mendrugo antes de haberlo pagado". Y ella le contestará: "O como entrar en una tienda de ropa y no resistir la tentación de mirarte al espejo". Él intervendrá: " ¿Piensas dejarlo?". Y ella: "Ahora, menos que nunca". Y él: " ¿Quedamos después de los entremeses? Y ella: "Cielos. A mí ya me traen los postres". Y así, hasta llegar al adulterio.
http://www.lavanguardia.es/web/20060108/51216362752.html
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