São as piores de todas.
Porque não tem regra, nem lei, nem quaisquer outros limites de tempo, lugar ou modo.
São a cegueira total, ao serviço do ódio de morte ou do fanatismo visceral.
“Un vendedor palestino y musulmán que llegó procedente de otra ciudad de Cisjordania para ganarse la vida en Belén nos llama y saca algo del bolsillo que protege de la lluvia que cae sin piedad: una foto de Osama Bin Laden.Una foto de Osama Bin Laden. Le pregunto si de camino a Belén cruzó los puestos de control militares israelíes con esa foto en el bolsillo. "Sí, el jeque Ossama se merece que me arriesgue por él", El jeque Ossama se merece que me arriesgue por él",responde con un aire de vencedor de su guerra santa particular.
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